Técnicas Fotográficas
1. La regla de los tercios
Divide el campo de tu fotografía en
tres partes horizontales y tres partes verticales, con lo cual tendrás nueve
secciones (algunas cámaras ya tienen integrada esta función). El objetivo de
esta técnica es evitar a toda costa situar lo más importante de nuestra foto en
el centro del área; usualmente las composiciones más atractivas se logran
extendiendo esos elementos relevantes a lo largo de dos o más secciones, o
situándolos donde los puntos se cruzan.
2. Justo medio y simetría
En otras condiciones, sin embargo, es
posible aprovechar el centro de tu campo visual. Cuando encuentras una
construcción, un paisaje y quizá incluso un rostro que en sí mismos sean
simétricos, ¡utilízalos a tu favor! Y aunque suene un tanto contradictorio,
también es posible jugar con las posibilidades de la simetría.
3. El quid está en los detalles
Nunca pierdas de vista los detalles.
Una forma sencilla de dar profundidad –óptica y emotiva– a tus imágenes es
tomar un detalle en primer plano, pero, curiosamente, para destacar aún más el
fondo. Este contraste de perspectivas genera un interesante efecto dramático.
4. Enmarca dentro del marco
Este es un interesante juego óptico
que puedes poner en práctica siempre que tengas oportunidad. El marco de una
puerta, un puente, las ramas de un árbol y quizá incluso los brazos de una
persona: eso y otras cosas pueden funcionar como el marco de una imagen que de
por sí ya está enmarcada (seccionada) por tu cámara. Esta técnica otorga
profundidad a tus fotografías y también cierta estética peculiar (en función
del marco elegido).
5. Líneas guía
Esta es una técnica pictórica que
también puede aplicarse en fotografía. A veces, lo que vemos tiene ya ciertas
líneas que conducen nuestra mirada, que funcionan como una especie de
“carriles” que guían lo que vemos. Con un poco de pericia puedes reflejarlas en
tus imágenes y obtener fotografías que destaquen por su composición simétrica o
por la capacidad para aprovechar las condiciones del entorno.
6. Diagonales y triángulos
Las líneas diagonales y los
triángulos dan “tensión dinámica” a una imagen. Esta es una lección que
enseñaron bien los grandes pintores del Renacimiento, quienes al experimentar
con el punto de fuga, abrieron un vasto mundo de posibilidades para la perspectiva
y la ilusión de movimiento. Esta es también una de las técnicas menos sencillas
de lograr, pero con práctica y experimentación seguramente llegarás a
dominarla. ¿Un consejo? Mantén tu mirada atenta a los triángulos que se forman
“naturalmente” en tu campo visual. Todo es cuestión de perspectiva.
7. Patrones y texturas
Estos dos son elementos que puedes
incorporar a tus imágenes para darles un toque especial. Nuestro cerebro
encuentra una satisfacción especial en los patrones, así que ahí ya tienes un
buen argumento a favor para aprovecharlos y, por otro lado, un motivo para
darte cuenta de que estamos rodeados de ellos. Las baldosas en un piso, la
forma de ciertas flores, la textura de una alfombra, las nubes, un costal de
granos. Todo tiene su propia textura, y a veces también un patrón que sigue.
Este es también un elemento altamente ornamental y expresivo para tus
fotografías.
8. La regla de lo improbable
Si bien la mirada encuentra cierta
satisfacción en lo simétrico y lo regular, en fotografía también se ha
desarrollado una técnica basada en lo improbable. Ahí donde esperaríamos ver a
dos personas, una tercera aparece; quizá esperamos ver enfocado un solo
elemento –un árbol, un edificio, un plato de comida– pero otro se asoma en el
campo visual. En general esta regla se aplica para personas, pero en realidad
se puede ser más flexible al respecto y “jugar con los números”, pensar en
composiciones con un número inesperado de elementos.
9. Llena el marco
Ocupar toda el área de tu fotografía
es otra técnica que da un toque especial a tus imágenes. Uno de sus efectos
inmediatos es que ofrece detalle de algo que usualmente no miramos así: un
rostro, la nariz de tu perro, la estructura de una hoja, etc. Puede resaltar
texturas, revelar la emotividad de algo cotidiano, suscitar cierto contraste
(entre lo mínimo y lo mayúsculo, por ejemplo) o hacer énfasis en algo de por sí
grandioso.
10. Aprovecha el espacio negativo
El espacio negativo es una de las
nociones más interesantes tanto de la fotografía como de la pintura y algunas
otras artes visuales. Grosso modo, consiste en eso que aparece en una imagen
pero que, en cierta forma, no contiene nada. La pared detrás de dos personas,
por ejemplo, el cielo, el piso. Lo curioso es que el espacio negativo puede ser
un gran elemento de expresividad, contraste, geometría y más. ¡Úsalo con
imaginación!
11. Menos es más
La regla del minimalismo también
puede ser empleada en la fotografía. A veces bastan unos pocos elementos para
lograr una buena fotografía. Enfocarse en un detalle –una sonrisa, el paso de
una persona, la gota en una ventana– puede hacer que tu imagen gane en
expresividad. Esta imagen es de Yoshinori Mizutani.
12. En retratos, enfoca el objetivo
Esto puede sonar redundante u obvio,
pero lo cierto es que a veces por eso mismo puede olvidarse. Dar toda la
nitidez a nuestro objetivo y dejar que el fondo se difumine es una de las
técnicas más sencillas para obtener fotografías que cumplen del todo con su
propósito, en especial cuando es un buen retrato lo que deseamos obtener.
13. Cambia tu punto de vista
Si lo piensas bien, hay perspectivas
que muchos tenemos “precargadas”, como si fuera el software con el que nuestra
mirada opera por default. Una de las pruebas más evidentes de esto son las
fotografías turísticas –en la torre Eiffel, en la de Pisa, en la playa–,
ciertos encuadres, motivos y disposición espacial que reconocemos de inmediato
como propios de esas escenas. Aquí el consejo es que si ante una situación de
este tipo hay algo que se te presenta de inmediato como la forma en que debe
ser fotografiada, pienses en otra cosa. Siempre hay un punto de vista
alternativo desde donde puedes tomar tu imagen.
14. Considera las combinaciones de
color
La fotografía es un arte óptico, y al
decir esto no queremos remarcar lo obvio, sino apuntar a todo el conocimiento
que la humanidad ha desarrollado en esta materia. Entre otras cosas, la óptica
tiene un legado amplio a propósito de la teoría del color. Acércate a ella y
conoce al menos algunos de sus fundamentos. Uno especialmente útil y sencillo
de aplicar es la combinación de colores, algunos de los cuales casan bien entre
sí, armónicamente, en tanto que otros son más bien disonantes. Y esto no para
que siempre te inclines por las “buenas” combinaciones, sino más bien para que
sepas que existen y que quizá algunas fotografías puedan beneficiarse de esto.
15. La regla del espacio
Esta regla también es una de las más
lúdicas en fotografía, y es simple: si tienes un objetivo que posee cierta
dinámica propia, haz que el espacio abierto quede en la dirección hacia la cual
se mueve. En la fotografía de un auto moviéndose hacia la derecha, por ejemplo,
el espacio abierto tendría que estar a su derecha. Esto también puede aplicarse
en otras situaciones para dar cuenta de ese dinamismo del momento.
16. La regla de “izquierda a derecha”
Esta es una regla polémica pero que
sin importar esto puedes utilizar. Se dice que buena parte de la humanidad está
habituada a “leer” de izquierda a derecha, porque así leemos un texto y que por
esto mismo hemos llegado a “leer” así otras cosas, entre éstas, las imágenes.
En una fotografía esta regla también hace ganar dinamismo a la imagen y a veces
también crea una especie de semimarco imaginario y, simbólicamente, la idea de
guía y dirección.
17. La regla del balance
Otra regla que requiere práctica para
dominarse, pero que al lograrlo, te sitúa en un nivel profesional de la
fotografía. El balance de una imagen requiere de especial cuidado en la
composición, la perspectiva, el enfoque, el espacio negativo y la iluminación.
En pocas palabras, todos los elementos en juego. También es un tanto difícil de
explicar, pero quizá no de ejemplificar. En este caso, aunque puede sonar un
tanto extraño el consejo, sugerimos estudiar las obras de los pintores
renacentistas, quienes tenían una predilección especial por las proporciones
armónicas, en casi cualquier representación visual (retratos, paisajes,
bodegones, etc.).
18. La regla de la yuxtaposición
Saber combinar los elementos
presentes en un fragmento de realidad favorece en especial la narrativa de una imagen.
La yuxtaposición ocurre todo el tiempo, porque la realidad es naturalmente
caótica. Tu misión con una fotografía es encontrar la composición adecuada por
la que dos o más elementos de ese caos se pongan en juego para decir algo.
Muy buena redacción del trabajo, porque en sí explica correctamente el concepto de cada técnica fotográfica y como se le puede aplicar a una fotografía.
ResponderEliminar¡Buen trabajo!
ResponderEliminarEl contenido es interesante y de utilidad para las personas que inician en el arte de la fotografía.
Muy bonito excelente trabajo 🤗😎:-D :-$ :-$ O:-)
ResponderEliminarExcelente contenido... en cada tema aprendo algo nuevo para el arte fotográfico... Buen trabajo.!!!
ResponderEliminarExelente trabajo y contenido
ResponderEliminar.
Ogm
ResponderEliminar“En la fotografía hay una realidad tan sutil que llega a ser más real que la realidad”.
ResponderEliminarExcelente trabajo!!!! 💯